lunes, 9 de mayo de 2011

RELATO UNO

Ilusiones Cumplidas

Esa noche, ya no podía aguantar más y fui a casa de Gina con la ilusión de poder siquiera acercarme un poco mas y volver a sentir el aroma de su cuerpo que tanto me había gustado esa vez que nos cambiamos de ropa en el vestier para ir a la piscina en la finca de la familia de ella.

Desde ese día no hubo vida para mí. A mis 17 años y en pleno despertar del sexo, lo que yo sentía por Gina me tuvo confundida al principio, pero desde el día que sentí su olor y el roce de la piel de su cuerpo, brevemente en mi brazo, quedé en pecado portal.

Gina era un año mayor que yo, trigueña, de cuerpo escultural y hermosa cara, sus labios me tenían embrujada. Yo no nunca habría creído que se pudiera sentir tanta atracción por una mujer y menos por una amiga, pero Gina me tenía fascinada y yo me fui enamorando de ella porque ella era muy especial conmigo y me trataba con una dulzura que, -después de ese día-, me puse a pensar que ella también sentía algo por mi así como lo que yo estaba sintiendo por ella.

Yo soñaba y soñaba con acercarme, tocar su piel, sentir su cuerpo junto al mío, abrazarla y porque no? Besarla  apasionadamente, así como lo había visto en un canal del telecable, una madrugada que no podía dormir y me puse a brincar entre todos los canales y de pronto en uno encontré a dos mujeres desnudas acariciándose y besándose; y eso me encendió de tal manera que yo tuve que saltar de la cama e irme al baño a tocarme y a calmarme.

Desde ese día creció mi deseo por Gina y solo soñaba con hacer lo que vi esa noche en tv, con ella.

Gina era muy especial conmigo y me trataba con una deferencia que me tenía aterrada y como también la sorprendía, cada rato, mirándome fijamente, eso alimentaba mi deseo de estar con ella.
Esa noche iba a su casa acompañarla a dormir porque sus padres se habían ido de viaje de fin de semana y ella se tenía que quedar estudiando, pero convenció a sus padres de que se quedaba conmigo en las noches y de día se iba para donde su tía.
Así es que yo me fui preparada y decidida a no perder ni la mas mínima oportunidad de ver cumplida mi ilusión con Gina.

Cuando llegué, el abrazo y el saludo de Gina me llenaron de ilusión, fue un abrazo fuerte y hasta su beso de saludo fue cerca de mi boca.

Me la quede mirando y alguna mirada o cara tuve que haber puesto porque ella inmediatamente se sonrojo y me dijo apresuradamente:
-Ayy… perdona Carmen…te incomode?..es que me gusta tanto que hallas venido….
-No… respondí… me gusto mucho, y solo me lancé a responder su beso pero yo si lo hice en la boca intencionalmente, no podía perder la oportunidad de saberlo de una vez.

Lo que sucedió fue algo increíble. Gina no solo respondió el beso sino que lo prolongo y se pegó a mi boca increíblemente en un beso largo y apasionado.
Cuando terminó el beso, me dijo acaloradamente: -“Carmen… hace días quería hacer esto… me caes muy bien y me gustas mucho”.
-Yo también siento igual… balbucí perpleja. Se cumplían mis sueños.

De ahí en adelante todo estuvo lleno de miradas intensas entre nosotras queriendo decirnos muchas cosas con los ojos.

Cenamos algo ligero preparado por Gina y nos sentamos en el sofá de la sala a conversar sobre nuestros sentimientos, mirándonos intensamente hasta que no nos aguantamos mas y nuestras bocas húmedas de ansia se buscaron en miles de besos apasionados. Nuestras lenguas se trenzaban en combates para chupar nuestros sabores.

Hasta que nos fuimos para su alcoba a ver televisión. Ella cerró y apago todo el resto del apto y ya en su alcoba empezó nuestro acercamiento íntimo que nos iba a llevar por un camino de pasiones que parecían dormidas dentro de nosotras.

Llegamos a la conclusión de que nos gustábamos desde que nos conocimos pero no sabíamos entender nuestros sentimientos que al principio fueron de amistad, después de complicidad y compañerismo y con el correr de los días y el trato mutuo se convirtió en algo mas hasta llegar a este deseo que nos estaba consumiendo.

Nos empezó a dar calor y comenzamos a quitarnos las ropas mientras nos besábamos. La temperatura iba en aumento. No nos podíamos ya controlar y en cuestión de minutos estábamos semidesnudas… abrazándonos y revolcándonos en su cama.

Sentía el aroma de su cuerpo y ella también sentía el mío porque suspiraba y besaba mis brazos y pechos con desespero y ardor.

Yo estaba transportada al cielo y también soltaba mi volcán de pasión aferrándome a ese momento sublime que estaba viviendo.

Nuestros cuerpos vibraban uno pegado al otro y cuando yo sentí su pubis encima del mío, casi me muero de la excitación, me faltó la respiración y empecé a gemir y a zisear en voz alta diciéndole.
–“Siiii….siii… mamita….asssiiii…. te quiero… te adoro….”  y me aferraba a ella, agarrándola por la cintura y abrazándola mientras buscaba su boca para chupársela.

Creí morirme de pasión cuando me dieron los espasmos y me vine inundándola a ella y sintiendo como ella me susurraba al oído…. –“Mami…Carmen…mi amor..Te adoro…”

Mi corazón se detuvo y sentí que me caía en un gran abismo y toda la vida se me salía por entre las piernas. Gina se pego a mi oído, besándome y diciéndome: -“muñeca linda….siempre serás miaaaa cosota linda… te adoro.. “y me sacudía duro empujando su pubis encima del mío con desesperación y fuerza….quería fundirse conmigo.

Las lagrimas de felicidad empezaron a correo por mi mejilla y mis sollozos contagiaron a Gina que reía feliz diciéndome: -“Amor mío…prométeme que nunca me dejaras y siempre nos amaremos asi”

Yo solo asentía con la cabeza mientras la besaba locamente con mi corazón saltando a mil y deseando que ese momento no se terminara nunca.
Fue mi primera noche con ella y la noche más feliz de mi vida.

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